Sánchez crea un comité de crisis por temor a un estallido social ante los «seguros» cortes de luz y gas
El Gobierno trasladó el pasado miércoles a las más importantes agencias de comunicación, relaciones públicas y distribución su convencimiento de que en el mes de septiembre habría que alertar a la población de que se producirían cortes de suministro en servicios esenciales como la distribución de energía eléctrica o de gas, un escenario que ha obligado a Pedro Sánchez a poner en marcha un comité de crisis.
El objetivo del Gobierno, según han trasladado alguno de los asistentes a los encuentros convocados esta semana por el Ejecutivo, es evitar a toda costa que se produzca un escenario de revuelta social o protestas que pudieran dar al traste con el escenario publicitado por la coalición gubernamental de recuperación económica y normalidad, a un año escaso de las elecciones y «suavizar» medidas tan impopulares como el recorte de suministros básicos.
Este escenario puede convertirse en la tormenta perfecta con una inflación que los analistas más reconocidos sitúan siempre por encima de los dos dígitos, con un verano menos exitoso de lo previsto en lo turístico, que ya alcanza un 30% de cancelaciones de reservas, y con una evolución del empleo muy preocupante.
Después de realizar una convocatoria telefónica urgente a relevantes figuras de la comunicación corporativa y de los sectores económicos más afectados, la vicepresidenta tercera Teresa Ribera les reunió, en diferentes sesiones, en la la sede del Ministerio de Transición Ecológica en el madrileño Paseo de la Castellana el martes por la mañana.
El mensaje que quiso trasladar el Ejecutivo es el de recabar la colaboración de los citados con el fin de generar un escenario previo de tranquilidad y cierta normalidad en la ciudadanía, ante medidas que consideran inevitables, pero que por otra parte retrotraen a escenarios de posguerra civil.
El Gobierno trasladó su intención de constituir un comité de forma inmediata, en el que tanto los representantes de los sectores implicados tales como distribuidores, generadores o importadores de energía como expertos en comunicación de crisis deberían formar parte para amortiguar la más que previsible alarma social y el consecuente desgaste del Ejecutivo socialcomunista.
La vicepresidenta Teresa Ribera ya adelantó esta semana que habría que prepararse «para cortes de gas ruso» y que «el Gobierno tenía preparado un plan de medidas de ahorro ante esta posibilidad»
La Comisión Europea ha reclamado a España la elaboración de una estrategia que podría contener medidas como el corte de suministros o el racionamiento al acceso de fuentes energéticas. Aún así, el Ejecutivo de Sánchez no ha reconocido aún la gravedad de la situación, máxime cuando los cortes previstos se sitúan a las puertas del invierno.